Se trata de un curso ya clásico en nuestra programación: queríamos aprender recursos para afrontar ascensiones alpinas en las que pueden presentarse tramos de dificultad: chimeneas y cortos pasajes verticales, crestas fáciles pero vertiginosas, travesías aéreas o ayudas a compañeros principiantes. Se trataba de aprender a movernos en un terreno no difícil pero sí complejpo, en el que el correcto empleo de una cuerda puede resolvernos los problemas , pero en el que, en cambio, su uso incorrecto lo agrava.
Han sido tres jornadas, dos de ellas de prácticas intensas, donde se han puesto en práctica todos esos recursos comentados. Alumnos y profesor hemos concluido muy satisfechos un curso en el que la guinda ha sido “escalada” a la cima de Untzillaitz.